miércoles, 29 de abril de 2009

Odio

Soy de esa raza... que también... odia.

Y odio a la gente que miente... sin medida... y sin medir el daño que hace con sus mentiras.
Odio a los que manipulan usando la falsedad, y por tanto coartando la libertad del que decide.

Odio a las motos que adelantan por la derecha, cuando vas por la derecha con el coche, y a las que adelantan por la izquierda cuando vas por la izquierda.
Odio a las llaves del coche que salen del bolsillo cuando buscas las de casa, y a las de casa cuando vas a abrir el coche.

Odio a la gente que enmascaran los favores con exigencias.
Odio a los que usan el amor en vano... a los que chantajean con lágrimas, esos que no saben lo que es llorar.
Odio a los que hacen descubrir a los hijos o hermanos que las familias no son perfectas.
Odio a los que sonríen sin alegría de verte.
Odio a los que miman por recompensa.

Odio a los que defienden ideologías cuyo afán es imponerla a las de alrededor.
Odio a quien, en nombre de la libertad, ponen rejas con argucias mentales.

Odio a los que repiten sus quejas sin dar un paso adelante... aún sabiendo que tienen todo el derecho a quejarse una y otra vez cuando deseen.
Odio a los que no dan derecho a ser criticados, sin entender que es más fácil hacer oídos sordos.

Odio a los que dicen "si me quieres... haz..." en vez de "como te quiero... hago..."
Odio a los que han sembrado en mi el miedo y la baja estima... usando como ventaja mi inocencia y confianza.
Odio a los que han quebrado esa... mi inocencia, a los que, con caza mariposas, han intentado robarme las hadas. A esos que han insistido en que mire donde piso... haciendo que me pierda un instante de las luminosas estrellas.

Odio a los que me dicen que no fume, y sobre todo a esos que me hicieron crecer viéndoles hablar con un cigarro en la boca.

Odio a los críticos de arte, haciendo del arte algo frío y apagando el calor íntimo e individual que ha de provocar en el que lo observa.
Odio a los que, desde un escenario, critican al público por no cumplir las espectativas del vanidoso artista.

Odio a los que no se acarician.

Odio a los que intentan obligarme. Odio a los que obligan por tener un poder que nunca les debería de haber sido concedido o permitido.

Odio a los que ven la vida como 2+2=4.
Odio a los que no ven más allá de su nariz... por grande y larga que esta sea.
Odio a los que son capaces de no mirar al sol anaranjado que se tira del cabeza al mar a cámara lenta.

Odio a los que usan las manos en vez de las palabras. Odio a los que usan las palabras en vez del sentido común. Odio a los que usan el sentido común como si 2+2=4. Odio a los que gritan "y punto".

Odio los oportunismos y a los lameculos. Odio que haya quien, con principios, se ven abocados a convertirse en chupapollas de quien no sabe valorar el talento de los que necesitan la comida que les dan.
Odio a los compañeros de trabajo que no ponen facilidades a los favores que piden. Odio a los que tienen ideas en las que, para su desarrollo, nunca están implicados, en un alarde absurdo de su propia pereza. Esos que se aprovechan de no ser medidos en resultados y si en base a un horario idiota.

Odio a los que tiran la primera piedra.
Odio a los que andan sin importarles si hay alguien tumbado en su camino. Odio a los que intentan poner vías a los trenes de otros.

Odio a los que dicen que van por la verdad por delante... usando la grosería y mintiendo en lo importante.

Odio a ese dios que pone como excusa al diablo. A ese que permite que humanos con su humanidad y sus errores humanos... hablen en su nombre.

Odio a quien critica mis errores como si ellos nunca los cometiesen. Odio a los que no tienen comprensión de las debilidades propias, y ajenas.

Odio a la gente que se cuela en las colas. Odio las colas. Y la publicidad en la tele. Y los funcionarios que no te rellenan los impresos. Y los que te mandan a otros funcionarios. Y a los que pasan la pelota hasta que se pierde.

Odio la ley de murphy. Y que se cumpla cuando llevas prisa, cuando se te cae la tostada, cuando tienes que imprimir un documento o cuando el último modelo de ordenador va más lento cada día. Claro que también odio a los que idolatran Línux por el simple hecho de que no tiene una usabilidad e "instalabilidad" para la gran mayoría de los mortales: "el ratón es para tontos, usa comandos!". Odio a los que hacen páginas web con el notepad con el único objetivo de sentirse élite. Odio a las vecinas que te piden que les arregles el microondas por que eres informático. Claro que tambien odio a las vecinas que te piden que les arregles el ordenador porque eres desarrollador de software... ejem... SOFTWARE.

Por cierto, odio que el navegador de Google, Chrome, no soporte la barra de Google.

Odio a los que siempre tienen una experiencia o un amigo o un familiar con una experiencia relativa a tus preocupaciones.
Odio a los médicos sin titulación que nos rodean. Odio a los médicos con titulación que se olvidan que no son mecánicos.

Odio a la gente que no tiene pasión.

Odio que sean tan caros los paneles solares.

A veces... odio la irritación de los que más quiero, y sus errores, y sus exigentes preocupaciones. Odio irritarme y hasta odio a mis Frodo y Sam cuando se ponen cabezones y cansinos. Incluso las inoportunas llamadas al teléfono de quien sabes que te llama por que te quiere.

Y por supuesto, odio mis más arraigadas imperfecciones.

Odio este post ya que lo he tenido que ampliar cada minuto al recordar nuevas cosas que odio. Y seguro que odio muchas más cosas que ahora no recuerdo, pero me odiaría si estuviese lleno de odio.

Soy humano... y odio, por momentos.


Alan-h
El último Vr

1 comentario:

Bronca dijo...

Sin duda, odio la ley de Murphy, porque siempre se cumple.....!!!!

Hemos dedicado una nota en su honor.
http://www.tengobronca.com.ar/foro/viewtopic.php?f=12&t=150

Los espero!!!

http://www.tengobronca.com.ar